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lunes, 11 de julio de 2011

El micrófono Player

El micrófono Player es la mejor prueba de una pelea que los periodistas estamos a punto de perder. Hoy, cualquiera agarra uno, le planta un logo de una tienda comercial y aparece ante los entrevistados -y la opinión pública- en la misma condición que quienes nos sacamos la cresta estudiando cinco años en una universidad. Después dicen "los periodistas no tienen idea". Y, en el saco, caemos todos.

Lo he dicho siempre y lo repito hoy, a pocos minutos de haber celebrado el Día del Periodista de la mejor forma que conocemos quienes estudiamos la carrera más linda de todas: trabajando hasta el final del día, sin pensar en las horas extras, en la familia ni en que mañana hay que volver a cumplir un horario que no se sabe cuando empieza, ni menos cuando termina. Como nadie entiende y pocos son capaces de hacer.

Le robaré una palabra a los pokemones para afirmar que tan "bacán" debe ser un periodista que todos quieren ser como él. Con un micrófono o una grabadora en la mano he visto profesores, abogados, empresarios, ingenieros, jardineros y panaderos y un sinfín de personajes tan exitosos en sus oficios que tuvieron que probar suerte en el mío. Deben creer que la rompen. No saben lo equivocados que están. Ninguno aceptaría el desafío de sentarse tras un teclado y escribir tres líneas informativas medianamente coherentes y sin errores ortográficos. No les da.
Hemos perdido la batalla. Porque nos rendimos antes de tiempo ante el cuervo que los más viejos crearon para poder cumplir con tres pitutos estando en un lugar... y terminó comiéndoles los ojos.

Porque no hemos sido capaces de defender lo nuestro ni de organizarnos para cuidarlo. Porque nuestras agrupaciones las ocupan para agregar un titulo nobiliario más al pie de firma del Gmail, figurar en las páginas sociales, codearse con las autoridades, creerles sus promesas y no para solucionar nuestros problemas.

Porque las empresas en que trabajamos nos categorizaron sin que nos diéramos cuenta y, lo peor, lo terminamos asumiendo y aplástandonos entre nosotros.

Porque en los medios hay editores, subeditores, redactores, colaboradores y corresponsales. Y la distancia entre las condiciones salariales y laborales de unos y otros es sideral. A los que están más arriba se les olvidó que, antes, somos todos colegas.

Porque aceptamos que nos pagaran por día o por nota publicada y se ahorraran las cotizaciones previsionales y las vacaciones. Y que nos negaran el derecho a indemnización o, peor aún, a enfermarnos como todos los mortales. (Que a los periodistas no nos entran balas es mentira, giles).

Porque hemos llegado a la estupidez de rechazar empleos que involucran el trabajo con periodista porque "no soporto atender a estos huevones", como le escuché decir a un colega hace un par de meses.

Pero soy feliz siendo periodista. Elegí bien y mi carrera no la cambio por ninguna. Amo lo que hago. Salúdenme. Estuve de día.

4 comentarios:

  1. Toda la razón mi estimado colega líder de las trincheras y eterno golpeador. Hay que parar a los chantas, rifleros y aquellos periodistas que se creen superiores y nos huevonean gratuitamente. Que se dignifique la profesión!!, castigo y repudio a los que nos insultan y perdón divino para aquellos que no conocen la calle ..... ojo, una cosa es tener el titulo colgado en la pared y otra muy diferente es SER PERIODISTA, que quede claro

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  2. Claro y rotundo comentario. No puedo operar a nadie (salvo quizás de una patada), ni construir un edificio. No soy médico ni arquitecto. Vivo de esto y exijo respeto por mi labor. Basta de que cualquiera ocupe mis espacios o le reste posibilidades a algún colega.
    Partamos por esto para luego luchar por nuestras condiciones laborales. Somos mal mirados, tratados de copuchentos, pero recuerden algo: el que hoy es considerado héroe, mañana puede pasar a ser villano... la verdad no duele y no nos han enseñado a esconder las cosas, sea quien sea y trátese de quien se trate. Libertad de prensa, con respeto, pero sin mentir ni omitir.

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  3. Máa allá de lo obvio y desde mi perspectiva te contaré que al menos en tu profesión los chantas son otros... en la mía los chantas tienen el mismo título que yo, coimean a las que venden los bonos en FONASA para que cuando compran un programa se cambien de kinesiólogo, dejan a los pacientes instalados con las "maquinas" y ni los evalúan, son capaces de hacer 10, 20 y hasta 30 sesiones de las mismas prestaciones pese a que no hay cambios en la condición del paciente, incluso algunos llevan 20 años haciendo lo mismo que hicieron durante los primeros 6 meses de trabajo porque "les resulta a ellos" (aunque se tiene evidencia científica de que eso no es así), etc., etc.
    Bueno amigo mío, en todas partes se cuecen habas...
    Siga dando la pelea y sin tranzar en su pega.
    Saludos,

    Víctor.

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  4. Compadre, que no se te olvide nunca, periodistas de terreno, camarografos y graficos siempre van a ganar menos plata que los que estan detras de un escritorio, pero nosotros siempre somos los que mas trabajamos y hacemos mejor la pega...

    Saludos

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