Publicidad

domingo, 14 de agosto de 2011

Tolo, la invitación está hecha

Le voy a repetir la propuesta que le planteé hace un par de semanas en este mismo espacio, Américo Rubén Gallego. Así, a secas. No me pida que haga gala de una presunta estimación en el vocativo. Sencillamente porque le estaría mintiendo. Nunca me cayó bien. Menos ahora que me amargó el fin de semana largo. Ver perder a Colo Colo, y por goleada, me parte el alma.

Me aburrí de que le venda humo a la hinchada más popular y numerosa del país. Que nos quiera dejar como giles. Lo digo así para que le cueste menos entenderme. Si se lo planteo de una manera más figurada, quizás le exija un esfuerzo mayor.

Ya no aguanto más sus explicaciones sin fundamentos o con justificaciones que dan risa. Hoy dijo, por ejemplo, que Colo Colo notó mucho la ausencia de Rodrigo Millar. "El 'Chino' es un jugador de Selección", declaró tras la derrota ante la "U" de "Conce". Se la doy. Pero de inmediato le pregunto, ¿puede depender el plantel más caro del fútbol chileno de un jugador de incuestionable calidad, pero que nunca ha logrado transformarse en referente ni menos en la exclusiva y decisiva figura del equipo?.

No, "Tolo". La derrota de hoy no pasó por la ausencia de Millar. Tampoco le voy a quitar mérito al "Campanil", que hizo su negocio: resistió cuando debió hacerlo y liquidó notablemente cuando pudo: de cuatro ocasiones de gol, acertó tres.

Pero, explíqueme cómo se hace para juntar a once de los mejores jugadores de la competencia -varios de ellos seleccionados de Chile y uno del campeón de América, Uruguay- a los mejores precios del mercado nacional y se logra que no den pie con bola.

Dígame cómo se consigue que un equipo plagado de jugadores talentosos sea incapaz de jugar a algo. A lo que sea, pero con alguna coherencia conceptual. Al menos, de encontrar respuestas cuando el rival marca el primer gol o hay que remontar un marcador adverso.

Explíqueme, por ejemplo, de donde sacó que amontonar delanteros y descuidar la defensa podría conducir a un resultado medianamente productivo. Lo suyo es demagogia. Pero intente no ser tan obvio. Trate de pasar un poquito más piola.

A estas alturas, espero poco de usted y de su trabajo. Incluso, tengo miedo de sus consecuencias. Su paso por el club será un error demasiado caro. Soy de la idea de que sus días en Pedreros no están contados sólo por la cuantiosa indemnización que deberían pagarle. Pero no le doy más allá de diciembre. Si de mí dependiera, hace rato la puerta de salida estaría abierta. Con pasajes incluidos para que me cobre la oferta. Tolo, lo vuelvo a invitar a pescar. A pescar sus cositas y mandarse a cambiar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario