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martes, 23 de agosto de 2011

Fines de lucro

Hay causas que nos unen. La Teletón, los partidos de la Selección, las tragedias o las Fiestas Patrias, entre ellas. Hay otra más cotidiana que también nos hermana: el sagrado derecho a pataleo.

Hoy, por ejemplo, junto a un par de amigos, pusimos cara de espanto cuando vimos la boleta del café Milán de Concepción, versión insípida, devenida en pelolais y mal atendida del tradicional e histórico Haití en la que, por ejemplo, desaparecieron las faldas cortas. La reacción obedeció a que advertimos que los precios habían aumentado groseramente, al punto que una taza de chocolate costaba ¡400 pesos más que la semana pasada!

Un robo. Y encubierto si se considera que el local tampoco muestra sus valores en ninguna lista visible al público. Es decir, uno sólo se entera de ellos al recibir un vuelto cada vez más exiguo.

Pusimos el grito en el cielo. Los tiempos no están para andar botando la plata. Y si alguien considera que la bebida caliente de rigor es un gasto suntuario, está en su derecho. Yo justifico su consumo por dos razones: la necesidad de desconectarse de la jornada laboral y la de elevar la temperatura. A la corporal me refiero, porque Concepción está cada vez más helado.

No fuimos los únicos que reclamamos. Temprano fue el turno de otros clientes y, al menos, lograron rebajar el valor en cien pesos. Una muestra más de la eficacia de los movimientos ciudadanos. Ante el aprovechamiento descarado, no queda otra que manifestarse y actuar.

Por cierto, mis contertulios representaban un abanico de posturas políticas y sociales. Ya he dicho que tengo amigos de izquierda, derecha y otros que "rescatan lo mejor de cada lado", como explican. Pero todos, sin distinción, coincidimos en que se trataba de un abuso. En que hay una diferencia considerable entre la utilidad y la usura. Pedimos el libro de reclamos, pero no existía. Incluso amenazamos con no volver. Lo estamos evaluando. Y si condenamos el lucro en el café, un bien de consumo prescindible, ¿por qué tendríamos que justificarlo en uno fundamental como la educación?

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