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domingo, 9 de octubre de 2011

Bielsa, el tiempo te dio la razón

Recuerdo con alguna nitidez la conclusión de Marcelo Bielsa cuando deslizó que dejaría la banca de la Selección si Harold Mayne-Nicholls no ganaba la elección de la ANFP. "No puedo ni voy a trabajar con el señor Segovia. Es imposible que lo haga", dijo el "Loco" en esa conferencia de prensa, mítica a estas alturas.

Había en las palabras del rosarino un desprecio que no apuntaba a la figura del empresario educacional de origen español. Su postura tenía que ver con su profunda discrepancia con el criterio con que se iba a manejar el fútbol chileno en adelante, cuando estuviera en manos de los empresarios que gobiernan en la mayoría de los clubes. Que corre el riesgo de transformarse en descriterio, de acuerdo a las circunstancias, y sobre todo cuando pierden el sentido común y les aflora el patrón de fundo que llevan en el ADN.

Pero, con todo, Bielsa se fue porque quiso. Nadie lo echó. Incluso, un país entero le rogó que se quedara. Se llevó una bandera gigante como recuerdo y el cariño de millones de chilenos. Algunos, todavía lloran su partida. Yo digo que si las viudas de Bielsa cobraran montepío, el sistema previsional chileno habría quebrado hace un par de meses. Y no tiene sentido: el "Loco" se fue y no volverá. Ni aunque se lo pidan de rodillas.

Los capos de la ANFP no tardaron en mostrar la hilacha. Pocos días después de la caída frente a Argentina -previsible de acuerdo a los antecedentes históricos- y apenas horas antes del encuentro frente a Perú -una victoria obligada bajo el mismo criterio- el presidente del fútbol chileno, Sergio Jadue -de la misma estirpe de Segovia, por cierto- sostuvo una reunión con el técnico de Universidad de Chile, Jorge Sampaoli. Una falta absoluta de tino. En esa consideración, nada tienen que ver los méritos del trasandino. Que los tiene, más allá de que me parezcan insuficientes para asumir la banca de la Roja. Y ojo: en Sampaoli no se fijan por su currículo, sino exclusivamente por su parecido táctico -¿y metódico?- con Bielsa.

La versión oficial es que uno es socio del estadio Palestino y el otro practica tenis en ese lugar. ¡Qué casualidad! Al rato, un periodista afirmó vía Twitter que los vio juntos en el Tavelli, un conocido café capitalino (¿También coinciden en el gusto por los cortados de ese local?). Y para rematar el día, otro trascendido sostiene que Claudio Borghi puso su cargo a disposición y que se irá tras el duelo frente a del Rimac.

No se trata, por cierto, de defender al 'Bichi'. Su gestión debe ser evaluada y, si no cumple con las expectativas, habría que adoptar las medidas de rigor. Pero ¿aserrucharle el piso a vista y paciencia de todo el país, a horas del segundo partido de las Clasificatorias rumbo a Brasil 2014? Es una falta de respeto. Al trasandino no le dejaron más opción que renunciar. Y a Bielsa, que debe estar tranquilito en Bilbao enterándose de este papelón, el tiempo le dio la razón.

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